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¿Qué colores reflejan mejor la luz?

Algunos colores tienen el poder de reflejar la luz mientras que otros por el contrario la absorben. Y esto no es una ilusión, sino una observación real. Por lo general, son los tonos claros y brillantes los que reflejan el brillo. Además, esta información ahora aparece en las latas de pintura. La característica se transmite a través del LRV o Light Reflectance Value.

La elección de los colores para una luz óptima

El color es obviamente decisivo, pero no solo. El acabado también es fundamental para reflejar mejor la luz. También depende de la temperatura de color de la pintura o de la orientación de la habitación. De hecho, el blanco está disponible en blanco frío o blanco frío y la reproducción es diferente.

Para obtener más luz: ¿qué colores se deben utilizar?

La luz se refleja mucho más si tus paredes son claras, pero el blanco no es necesariamente la única solución.

Pintar tus paredes con tonos que contengan blanco aporta luminosidad.

Para obtener más luz, sepa que las pinturas brillantes son más efectivas ya que reflejan la luz mientras que las pinturas mate tienden a absorberla.

Luego, hay que pensar en la temperatura del color: los colores claros y cálidos son especialmente adecuados para habitaciones ubicadas en el norte o el este, donde la luz es más bien fría y en poca cantidad. Envuelven la habitación en suavidad y crean un capullo relajante. En espacios ubicados al Sur o al Oeste, las tonalidades claras y frías aportan una luz fresca.

Blanco: ideal para una bella luminosidad

Es obvio que el blanco es el primer tono al que acudimos cuando queremos acentuar la luminosidad de una estancia. El LRV de la pintura blanca está entre 70 y 90, a los 90 refleja el 90% de la luz que entra en la habitación.

Debes saber, sin embargo, que el blanco cuando se ensucia pierde su cualidad esencial, por lo que elige una pintura lavable o repinta periódicamente.

Marfil: revelador de luz

Este blanco, que contiene una pequeña nota de amarillo muy claro, es capaz de reflejar la luz de la misma forma que el blanco puro. Sin embargo, es más cálida y aporta mucha elegancia. Es una gran alternativa para aquellos a quienes no les gusta el lado clínico del blanco.

Amarillo pálido: un tono soleado

El amarillo pálido combina color claro y efecto soleado. Se puede aplicar a una pared, resaltándola con blanco o un tono más oscuro. En este caso, refleja la luz de manera efectiva. También puedes ponerlo solo en complementos y objetos decorativos. Sepa que este tono cálido es adecuado para habitaciones ubicadas en el este o el norte.

Beige: más oscuro que el marfil

El beige es una opción que se encuentra a medio camino entre un color fuerte y el marfil que se relaciona más con el blanco. De hecho, es más intenso y más oscuro. Hay que elegir bien el tono y más bien optar por un tono claro. El beige lino es probablemente la elección perfecta.

Verde anís o almendra: color y luz

En este tipo de verde, un toque de amarillo le da a estos verdes una interpretación muy especial, a medio camino entre el color frío y el cálido. Aporta alegría o suavidad a un espacio y estos tonos reflejan perfectamente la luz. Si la habitación es pequeña, es mejor apostar por superficies pequeñas, el total look podría asfixiarla.

Rosa empolvado: suavidad, feminidad y luminosidad

empolvado es un tono muy brillante y suave. Ella es considerada una de las estrellas para reflejar la luz. De hecho, es un color pastel que es muy suave y encuentra su lugar en diferentes habitaciones de la casa.

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